
Claudia Gpe. Pérez
En Loma de Bácum se aplica aquel dicho atribuido a Santo Tomás: “Hasta no ver, no creer”.
Y es que, de acuerdo con Guadalupe Flores Maldonado, el gobierno federal aplica a la instalación del gasoducto un doble discurso:
Mientras el Presidente de la República dice que se cambiará el curso del transportador de gas natural, Sempra Energy sigue con sus gestiones para que siga el camino trazado desde sus orígenes, aunque afecte a la Tribu Yaqui.
Según el integrante del gobierno tradicional de Bácum, todavía hace unos días la empresa constructora del gasoducto acudió a la Comunila a tratar de convencerlos de que no haya cambio de rumbo del tubo.
Como no los pudieron convencer, afirma, los funcionarios y empresarios solicitaron al gobierno tradicional alternativas para desviar el gasoducto.
Además de un trazo que los llevaría por Belem en el municipio de Guaymas expone, se les dijo que pueden llevarlo por la sierra directo a Ciudad Obregón.
Pero, además, la CFE tiene una demanda en contra de Loma de Bácum, expresa, por lo cual es más que evidente un doble discurso en este tema.
Este problema ya tiene una resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos del 2018 que pide al Estado mexicano medidas de compensación por los daños ocasionados al tejido social y aparte tomar medidas de no repetición, que hasta la fecha no se han atendidito y de lo cual tampoco se dijo nada.
“Lo que estamos viendo es que el Estado está jugando a dos cosas, por una parte lo que dice el presidente y por otra lo que hacen las dependencias federales”, mencionó.
En realidad lo que dijo el presidente en su visita su “El gasoducto se tiene que conectar como sea”. Por lo que tendrán que sacarle la vuelta por que aquí en Loma de Bacúm ya no le aceptamos.
Por otra parte, dijo, los bloqueos que se tienen por integrantes de la etnia yaqui son financiados por el Estado y por el Distrito de Riego para crear una animadversión, hechos violentos y justificar al ingreso de la Guardia Nacional a territorio Yaqui y tratar de imponer la obra.
GASODUCTO GUAYMAS – EL ORO
Se trata de una obra de 330 kilómetros de los cuales 18 pasan por territorio de Loma de Bacúm uno de los ocho pueblo de la etnia Yaqui asentada en el sur de Sonora.