Los emblemáticos osos polares, residentes del heladol Ártico, se encuentran ante un creciente desafío debido al alargamiento de los veranos árticos, revela un estudio recientemente publicado en Nature Communications.
El cambio climático está obligando a estos magníficos animales a pasar más tiempo en tierra firme, lo que pone en peligro su supervivencia al restringir su acceso a la principal fuente de alimento: las focas polares.
El estudio, liderado por Anthony Pagano del Centro de Ciencias de Alaska del Instituto Geológico de Estados Unidos, realizó un seguimiento a 20 osos polares equipados con collares, cámaras y GPS en la región occidental de la bahía de Hudson, en Canadá.
Los resultados revelan un panorama preocupante: con el derretimiento acelerado del hielo marino, los osos polares se ven cada vez más obligados a buscar refugio en tierra durante períodos prolongados, lo que les dificulta cazar focas, su principal fuente de alimento.
Este hallazgo destaca la urgente necesidad de tomar medidas para mitigar el impacto del cambio climático en el hábitat del Ártico y proteger a estas icónicas especies. Sin una acción inmediata y efectiva, el futuro de los osos polares y su ecosistema único corre un grave riesgo.