Acusan a Secretario de Bácum, Martín Valencia, de actuar bajo las órdenes de gente poderosa
Francisco González Bolón
Detrás de los recientes desencuentros entre miembros de la Tribu Yaqui, la “mano negra” del Gobierno de Sonora, pero también la de los agricultores de Cajeme y Hermosillo, aparece para tratar de evitar que se les salga de control el uso del agua y el territorio indígena.
De acuerdo con miembros de la etnia, tanto de Cócorit como de Bácum, finalmente el Gobierno del Estado ha provocado más división al interior, a fin de que se olvide la gente de los errores del Plan de Justicia Yaqui y se centre en los pleitos sin importancia.
Aunque asumieron que son sus usos y costumbres lo aplicado al ex alcalde de Bácum, Rosario Ozuna Zúñiga, los de Cócorit sostienen que en realidad hay gente “poderosa” detrás de esas acciones.
Es por ello que, señalaron, están dispuestos a ir hasta las últimas consecuencias para descubrir a quién le interesa causar este caos al interior de la Nación Yaqui, sobre todo en momentos en que se discute con el Gobierno del Estado todo lo que se ha dejado de hacer dentro del llamado Plan de Justicia.
Según los declarantes, lo que vivió el maestro Ozuna Zúñiga “fue producto de un escarnio social, producto de un acto desesperado del Secretario del Pueblo de Loma de Bácum, Martín Valencia Cruz, al mandarlo a aprehender y tenerlo amarrado durante más de 12 horas, justificando que aplicó los usos y costumbres”.
Pero recordaron que los pueblos indígenas, y en particular los yaquis, no son novicios en la impartición de justicia.
NO ES UNILATERAL
Y sostuvieron:
“El mecanismo es que cuando a alguien se le va a aplicar la ley interna, previamente en asamblea se obtiene el acuerdo, como le sucedió a Guadalupe Flores Maldonado asesor de Martín, quien fue enjuiciado en la Santa Cuaresma por los Fariseos y Caballeros con toda las estructuras de la iglesia presente.
“No obedeció el fallo y siguió bajo las órdenes de Martín en la guardia tradicional, por lo que el pasado domingo se le conminó a obedecer la ley, de lo contrario la sanción podría ser más grande en perjuicio de su persona y familia.
“Flores Maldonado fue retirado el pasado domingo de la función de asesor de Valencia”, explicaron, quien actuó al sentir que su control del pueblo pudiera verse mermado y que este domingo siguiente fuese enjuiciado por asumir o usurpar el fuero de las demás estructuras, en el entendido que como Secretario su función es sólo trasmitir las decisiones del pueblo y de la Autoridad tradicional, situación que ha provocado descontento de la comunidad, que le ha apodado “El mandamás”.
Según los yaquis, los pobladores de Bácum, los que conocen las funciones y la ley orgánica interna, es decir “Yo’o lutuuria”, vieron con malos ojos el proceder de Valencia Cruz, pues no fueron tomados en cuenta para enjuiciar al maestro Ozuna Zúñiga.
¿ALGUIEN DETRÁS?
“Mucha polémica causó el acto de detención, unos en contra, otros a favor, pues incluso fue llevada esta información a nivel nacional. Por eso la pregunta del millón: ¿Martín, el secretario, actuó solo o fue inducido por alguien más poderoso? Actos como este no deben ser realizados sin consensos y tampoco deben ser violatorios a los usos y costumbres”, consideraron.
Pudiera ser que al maestro Ozuna Zúñiga se le acuse de actos en contra de la Tribu Yaqui como despojo de tierras, traición, estar en contubernio con el gobierno y otros, pero el Secretario de Loma de Bácum no se queda atrás, sostuvieron, pues se ha enriquecido aprovechándose de su cargo.
Según los denunciantes, Valencia ha obtenido beneficios como venta de tierra o balastre, proyectos, control de la Unión Ganadera de las Comunidades Yaquis, pago por anuencia por el canal del nuevo Distrito de Riego Yaqui, casas para su familia y últimamente equipo de corte y empaque.
“El control del pueblo de Loma de Bácum es crucial para Martin, pues de esa manera mantiene su estancia y de los que están detrás de él, es decir les favorece con millones de pesos por contratos o regalías a transportistas por la construcción del canal y acueducto yaqui, pero en ese y otros delitos el pueblo tiene la última palabra”, expresaron.
BÁCUM CONTRAATACA
Pero en realidad, sostienen algunos miembros de Loma de Bácum, lo que está pasando se debe a que “surgió un nuevo grupito al interior, compuesto por unas seis personas, financiado por el Gobierno para crear humareda y ocultar lo realmente importante, por lo que lo de Chayo Ozuna fue puro circo”.
En realidad, aseguraron, es la autoridad civil la que está más interesada en mantener la división en la Tribu Yaqui y eso lo demuestra el reciente bloqueo de la carretera por parte de Cócorit, ya que en realidad “estuvo más arreglado que una pelea de Canelo Álvarez”.
“Es pura faramalla financiada por el Estado, para aparecer como el apagafuegos y ahí usaron también a Rosario Ozuna Zúñiga”, consideraron.
AGUA Y TERRITORIO EN DISPUTA
Detrás de estos conflictos, aseguraron, están los fuertes intereses económicos y políticos que son defendidos no solamente por el Gobierno de Sonora sino por los llamados “agrotitanes” de Obregón y Hermosillo, a los cuales les interesa mantener el control en el uso del agua y el territorio yaqui.
Se indicó que a Guadalupe Flores Maldonado nadie lo castigó sino que al nuevo grupo afín al Gobierno del Estado les estorba para concretar sus planes y por eso pidieron que ya no vaya más a la Comunila, en donde se desempeñaba como asesor de Valencia.
El apoyar a las autoridades tradicionales es un derecho de todos los yaquis, se expuso, por lo cual enjuiciaron a Flores Maldonado pero no pudieron comprobar algo ni siquiera con testigos falsos y como no tuvieron más que decirle, solamente le pidieron que ya no acuda a la guardia tradicional.