Michel Inzunza
En mayo de 2025, la pareja conformada por la actriz Yareli Arizmendi y el director Sergio Arau informaron sobre The MeXican Files, el nuevo proyecto cinematográfico que ambos tienen en puerta. En 2004 Yareli y su esposo Sergio lograron captar la atención del público al poner en la pantalla grande un tema controvertido: ¿Qué pasaría en Estados Unidos si se quedara un día sin mexicanos? 21 años después las políticas antiinmigrantes están más vigentes que nunca y para ambos es el momento justo para presentar un filme emergente.
Para conocer más acerca de The MeXican Files se buscó contactar a Yareli. Se esperaba que la actriz acudiera a la Residencia Oficial de México en Los Ángeles a un evento de promoción de cine entre ambos países. Al momento de su llegada no fue difícil reconocerla: vestía completamente de negro, accesorios de plata y una mascada blanca que hacía juego con sus botines. Con 61 años de edad conserva apices de la juventud con la que interpretó a Rosaura en la película Como agua para chocolate, cuando tenía 28 años y con la que prácticamente saltó a la fama.
Después de desfilar por la alfombra roja Yareli accedió a una entrevista. La protagonista de Un día sin mexicanos ha buscado ir más allá de las pantallas, pues además de ser actriz, escritora y directora se ha desenvuelto en el activismo a través de diálogos con personajes de la talla de Noam Chomsky, Rigoberta Menchú y John Perkins. Su polifacética carrera se complementa con una vida multicultural. Nació en Ciudad de México de madre cubana y padre mexicano, obtuvo una licenciatura en Ciencias Políticas y un MFA en Teatro en la Universidad de California, San Diego.
M.- Se tiene un breve conocimiento de The Mexican Files, pero concretamente ¿En qué consiste el proyecto? ¿Es la continuación de Un día sin mexicanos?
Yareli.-El año pasado se cumplieron 20 años de que salió la película. Jamás nos imaginamos que a sus 21 años el tema iba a ser tan puntual, obvio tratamos de hacer la secuela Un día sin mexicanos 2, como película de ficción, pero por muchas razones, la pandemia incluída, el proyecto se detuvo. De repente sucede todo lo que está sucediendo y nos contactaron con la idea de qué se puede hacer en estos tiempos, que pueda salir para algún momento de este año y si bien sabemos que no se puede hacer la gran película de Hollywood, si tenemos que estar presentes y hablar de lo que se vive, por ello, se nos ocurrió realizar un documental, casi de guerrilla.
M.- ¿Qué se busca con este documental emergente?
Y.- Se quiere hablar específicamente de la relación México-Estados Unidos y mexicanos con estadunidenses, por qué lo digo y lo recalco así, porque mucho de lo que se habla y las mentiras que circulan y las historias que la gente se cree es porque no se saben la historia de ambos países, que para empezar, dada la geografía, estamos casados desde hace mucho tiempo. Les voy a contar como estuvo, con humor y con nuestro tono. No es para castigar y decir tú tienes la culpa de todo. Es volvernos a hablar como si fuéramos familia que no se ha hablado en 20 años, que se van a decir todas las verdades, para quedar en cómo nos vamos a llevar de ahora en adelante.
M.¿En Un día sin mexicanos se abordó el tema antiinmigrante suficientemente o quedaron cortos?
Y.- La primera película tenía como objetivo abrir el espacio para hablar de todo y al hacerlo con humor se cambió el tono porque siempre que se hablaba de migración, solo se hablaba con mucha razón de historias espantosas, injusticias, victimización, crueldades, entonces pensamos en cómo darle la vuelta a la tortilla, y poder llegar a un público que usualmente no hablaba del tema. Es una comedia, con cachetadas en toda la película.
M.-Al hablar sobre mantener una conversación entre ambos países ¿Cómo abordas los intereses políticos y económicos que están fuera del alcance del ciudadano común?
Y.- Si se habla con la verdad y se centra en temas básicos como el económico, donde -el gobierno de Estados Unidos- tiene que responder a sus representados, pues la realidad es que México no se robó los trabajos de los estadounidenses. La verdad es que antes de que NAFTA comenzara ya se había invadido México y latinoamérica con tus productos, haciendo que los salarios fueran menos y acabando con cualquier ímpetu de sindicalización. Por eso te cuento lo que hicieron tus compatriotas estadounidenses y ahí se entenderá que Estados Unidos impuso a México trabajos y por ende quitó trabajos a los estadounidenses, porque Bussines is Bussines.
M.-¿En este proyecto analizas el lado mexicano, el por qué continúa la migración, analizas el por qué los bajos sueldos y la inseguridad de ese país?
Y.-¿Tu sientes que mucha gente sigue viniendo (a Estados Unidos)?…porque yo siento que en las últimas tres semanas hay mayor cantidad de gente que se auto deporta porque viven una situación indigna, después de vivir aquí 30 ó 40 años en Estados Unidos no han podido arreglar un estatus migratorio y eso es porque a Estados Unidos no le conviene que estés aquí bien porque no eres tan explotable. Eso es lo que tiene que cambiar.
En México lo que pasa es que (en el gobierno) hubo un cambio de enfoque y se atiende a una mayoría que históricamente no había sido atendida (los pobres), por ello, la minoría (ricos) se siente desatendida y digamos queda la clase media, pero esos tienen opciones en el mundo. Ahora, yo tengo acá en Estados Unidos desde el 80 y veo que en Los Ángeles ya no hay trabajo por combinados factores, en mi caso, la huelga de actores y escritores, los tax incentives que propició que todo mundo se fuera de Hollywood. Cómo resultado de esa arrogancia, hoy se filma y se graba más en México que acá.
M.-Regresando a Un día sin mexicanos, ¿Llegaron a todo el público deseado o hubo problemas con la distribución?
Y.- La situación fue muy afortunada, Videocine fue quien terminó haciendo la producción, Videocine distribuye el producto a todo mundo, en Hollywood, en México, en latinoamérica y ellos estaban muy seguros de ir con grandes firmas como Fox, Warner, Universal y se pelearán por la película y resulta que no fue así porque estas empresas no sabían ni para qué público estaba dirigida. Entonces Videocione comienza a distribuir ellos mismos la película, sólo que tampoco conocían al público de Estados Unidos, entonces nos consultan y deciden que nosotros hagamos la campaña de marketing, eso fue lo mejor porque como artistas, sabíamos para quién hacíamos las cosas.
Para nosotros no era sólo publicitar la película, sino crear todo este diálogo y crear un ambiente de sorpresa. Se nos ocurrió poner un espectacular en medio Hollywood que diga: “El 14 de mayo no habrá mexicanos en California” y agregar la dirección del website. Era 2004, no había socialmedia y de pronto comienzan las llamadas a la radio, a la televisión, porque no se sabía que era, si era una agresión de la propuesta 187, del KKK, mientras que otros decían ¿Por qué sólo un día?, que se vayan para siempre de Estados Unidos.
En ese momento teníamos mucho el apoyo de Univision, les hablamos y llega el helicóptero de la cadena, un segundo más tarde llegó el helicóptero de CNN y el próximo día estaba en la primera plana del Wall Street Journal. Lo que faltó es que no se distribuyó a todos los cines de Estados Unidos.
M.- Y volviendo a The MeXican Files, ¿va para cine o streaming?
Y.-La idea era venderla inicialmente a un streaming, pero si una plataforma la precompra, ellos adquieren la propiedad intelectual y deciden cuando sacarla al público, por eso la idea es venderla a cines y a streaming una vez que ya esté el producto final y eso se espera que suceda en este año.

