
Mtra. Guadalupe Hernandez Lopez*
El título de esta participación es la expresión con la cual se consuma el arribo a los encargos de responsabilidad pública. Y en ella, quizás, todavía se deposita la esperanza de la población de que las y los gobernantes cumplan su palabra y realicen su encomienda legal y legítimamente.
Sin embargo, conforme avanza su encomienda pareciera que el olvido hace mella o quizás los personajes en cuestión consideren que es la última frase de la campaña electoral que los llevó al cargo público, campaña basada en promesas, algunas sin sustento, o frases y lemas producto de la mercadotecnia. ¿Será acaso, que en un ejercicio de gobierno desligado de la ciudadanía, a los servidores públicos se le dificulte cumplir su palabra y opten por interpretarla a conveniencia, aunque contravenga los intereses de bien común?
Y para ello un botón de muestra, con la reciente aprobación por unanimidad en la sesión de ordinaria del cabildo del Ayuntamiento de Cajeme realizada el 27 de octubre del año en curso, con la cual se reforman en materia de paridad de género, los artículos 7 y 11 del Reglamento Interior de la Administración Pública Municipal Directa, estableciendo la obligación de garantizar la aplicación de la paridad de género en su conformación y en las remociones de los titulares de las dependencias de la administración, conforme se presenten. Así lo mandató el Congreso de la Unión y el Congreso estatal en un transitorio de las recientes reformas constitucionales en la materia, en junio del 2019 y mayo del 2020, respectivamente.
Con lo anterior,el Ayuntamiento de Cajeme dio un paso adelante y se convirtió en el primer Ayuntamiento del estado de Sonora en garantizar el derecho político de las mujeres a ser gobierno. No obstante que la defensa de la ciudadanía de las mujeres no ha sido tersa, resultaba esperanzador el paso que el Ayuntamiento de Cajeme dio. Sin embargo, justo a una semana exacta que esas reformas se aprobaran, el titular del Ejecutivo tomó protesta al nuevo Secretario de Bienestar Social, Juan Alfonso González Olivaría, confirmando una vez más un incumplimiento a la Ley.
Es necesario recordar que el remplazo del anterior titular de la propia Secretaría de Bienestar en el 2019 coincidió con el relevo del actual Secretario de Ayuntamiento y que la Comisión de la Mujer presentó un dictamen al pleno del cabildo en tiempo y forma, acordado por la mayoría de sus integrantes y que exhortaba al presidente municipal a la aplicación del criterio de paridad, de acuerdo con lo establecido en la ley.
Sin embargo, el presidente municipal ignoró tal exhorto y no lo sometió a votación, como lo establece el Reglamento Interior del Ayuntamiento de Cajeme, generando con esto un acto de discriminación por motivos de género. Entre otros argumentos, el presidente municipal planteó que era necesaria una reforma constitucional del estado, misma que se dio el mes de mayo del presente año. Y ahora, que hasta en los reglamentos municipales se ha establecido la norma, resulta que la frase consagrada el inicio de su gestión a la que nos referimos en este artículo, se olvidó.
Como sociedad es necesario reflexionar sobre este doble discurso. ¿Cuánto más se tolerará el incumplimiento de la ley, cuyo efecto es en detrimento de los derechos y la calidad de vida de la ciudadanía, no solo de las mujeres, sino de la mayoría de los habitantes del municipio. O quizás la frase en referencia tendrá que ser eliminada de la toma de protesta de los próximos representantes populares,como señal inequívoca de incivilidad social
*Integrante del Colectivo por la Educación, Democracia y Género, A.C.