
Junto con China e India, México es de los países que más ciudadanos expulsa hacia el sueño americano
Por Michel Inzunza
A diferencia de otras políticas públicas de México, que carecen de continuidad sexenio tras sexenio, el acercamiento hacia las comunidades mexicanas en el exterior se ha mantenido por más de tres décadas, declara Carlos González Gutiérrez.
El Cónsul General de México en Los Ángeles califica esta persistencia como excepcional y se ha logrado gracias a la red consular establecida principalmente en Estados Unidos, así como el consenso de los mexicanos de velar por los intereses de sus connacionales.
Desde 1990 a la fecha, precisa, ha habido un esfuerzo gradual por mejorar la cantidad y calidad de los servicios de los 53 consulados de México en Estados Unidos hacia las comunidades mexicanas.
Distingue, en sus casi 40 años de experiencia profesional, algunos momentos fundamentales en la relación México-Estados Unidos, como la creación del Programa de Comunidades Mexicanas en el Exterior a la par con la negociación del Tratado de Libre Comercio; la reforma a la ley mexicana de Doble Nacionalidad; el voto en el extranjero, la expedición de credenciales de elector en los consulados y la creación de ventanillas de salud para los migrantes, entre otros.
-Sobre el tema de salud pública, del que tanto carecen los migrantes mexicanos, ¿Cómo se les apoyas desde el Consulado?
Las ventanillas de salud fueron creadas en el año 2000 como una estrategia por parte de la Cancillería para ayudar a las comunidades migrantes, independientemente de su estatus migratorio o si contaban con seguro médico.
Funcionan como oficinas permanentes, abiertas en horas de atención al público, que se dedican a brindar asesoría a los paisanos sobre dónde recibir atención médica gratuita o de bajo costo.
También se encargan de organizar ferias en materia de salud preventiva en las comunidades mexicanas. La singularidad de estas ventanillas, que se ubican una en cada consulado, sostiene, es que no hay empleados del gobierno de México, más bien se le brinda el control a una agencia fiscal responsable que opera con recursos del gobierno mexicano y con fondos que la propia agencia gestiona.
– ¿Y el Consulado tiene facultad de realizar jornadas de salud en su circunscripción y brindar servicios más allá de la salud preventiva?
Desde hace más de 20 años, cada año se realiza la semana Binacional de Salud. En esa fecha cada consulado convoca a una serie de agencias públicas y privadas que a través de jornadas ofrecen servicios de salud para los paisanos. Ahí se ofrecen pruebas de colesterol, niveles de glucosa, chequeo de presión arterial, servicios de vacunación y de optometría, además de que durante todo el año, una vez al mes, también se llevan estas jornadas de salud a otros puntos de la jurisdicción fuera del Consulado.
-¿Cómo compararía el dinamismo del Consulado de México en Los Ángeles con otros, al ser la segunda ciudad con más mexicanos en el mundo?
Más bien tiene que compararse con otras diásporas. La diáspora mexicana es la más grande que hay en el mundo, junto con la China y la India, y es excepcional tanto por su número -38 millones de personas- y porque que además se concentra en un solo país.
Hay 35 millones de mexicanos en Estados Unidos, de los cuales 12 millones nacieron en México. Debido a ello, ningún otro país tiene la red consular que México tiene en Estados Unidos, ni tampoco destina un porcentaje tan amplio de cuadros del servicio exterior en los consulados del país anfitrión.
-Y ahora con la administración del presidente Donald Trump, quien ha mantenido un discurso contra los mexicanos, ¿cuál es el pulso que se tiene?

Yo soy un diplomático acreditado en los Estados Unidos, un invitado y no me corresponde opinar sobre las administraciones a nivel Federal o Estatal. Lo que te puedo decir es que Estados Unidos ha cambiado mucho y lamentablemente se vive una época de incertidumbre porque un espectro del sistema político estadunidense ha hecho de la bandera política antiinmigrante un factor de movilización muy importante.
Eso ha dificultado el trabajo de los consulados y lamentablemente somos los que terminamos en el centro de las guerras culturales que utilizan los partidos políticos estadunidenses para distinguirse uno de otro para movilizar a sus respectivos electorados. Por ello, debemos ser muy cuidadosos de que no nos lleven entre las patas de los caballos.
Sin embargo, de acuerdo con la Convención de Viena, las instrucciones de nuestro país y en pleno respeto con la Soberanía del país que nos acoge, nuestra principal responsabilidad es defender los derechos de nuestros migrantes, asegurarnos de que tienen acceso al debido proceso y a la revisión judicial y que sus derechos conforme a la Ley estadounidense y al Derecho Internacional son plenamente respetados.
Muchas veces el discurso público en torno a los migrantes está considerablemente divorciado de la realidad y no se quiere reconocer lo mucho que depende la economía de los Estados Unidos, particularmente de estados como California, y regiones como ésta, de la mano de obra inmigrante.
-Y como resultado de esa incertidumbre, ¿Ha aumentado el trabajo de los consulados?…
Hay mucho temor, particularmente entre el sector de la población que es indocumentado, porque quien es indocumentado carga con una sensación de vulnerabilidad inherente y le huye a cuanto represente autoridad.
En momentos como el actual, en donde el discurso viene directo desde Washington, muy agresivo y gira en torno a supuestas deportaciones masivas que tienen que ocurrir durante la presente administración, pues la primera consecuencia es que la gente se esconde y se marginaliza aún más, asimismo, deja de ir a ciertos lugares por temor a que sean identificados, detenidos y eventualmente deportados, eso tiene consecuencias negativas para nuestra comunidad, empezando por el hecho de que el pánico paraliza.
-En otro tema, ¿Cuál es el sentir de los mexicanos en el extranjero cuando se realiza una visita de su Jefe de Estado?

En una ciudad como Los Ángeles, que tiene la concentración más grande de mexicanos fuera del territorio nacional, es una oportunidad para que el jefe del Estado Mexicano, quien es la máxima autoridad del país, en este caso la presidenta Claudia Sheiunbaum, venga y agradezca a las autoridades locales las políticas públicas, que desde el gobierno local se instrumentan para facilitar la integración de los migrantes a la sociedad estadunidense.
Es una oportunidad para incentivar a líderes empresariales, comunitarios y de opinión de las comunidades para que se involucren cada vez más en el desarrollo de México.
Y es que nuestro país no alcanzará todo su desarrollo mientras no promuevan la plena participación de los mexicanos en el exterior. Finalmente, la visita del jefe de Estado es una manera de hablarle a sus paisanos y hacerle explícito el derecho de membresía en el exterior, así como el mensaje de que no están solos.
-Y en el tema de la migración, ¿Ha aumentado el número en los últimos años?
Desde hace 10 años, la población de mexicanos en Estados Unidos se ha estancado, incluso decaído, aunque después de la pandemia volvió a aumentar, pero últimamente se ha ido para abajo.
Esto es en función de varias cosas: número uno el cambio de la pirámide demográfica. En los ochenta, cuando se duplicaba el número de mexicanos en el exterior cada 10 años nuestro promedio de edad era de 24 años; hoy día es de 33 años y una persona de esa edad no migra tan fácilmente.
En segundo lugar, aunque existe la brecha de ingreso entre México y Estados Unidos, ya nos convertimos en un país de clase media y la alternativa en México ya no es tan poco alentadora-
Por supuesto que el ingreso de una familia de clase media de Estados Unidos es muy distinto al promedio de clase media en México, aun así, los posibles migrantes se planteen que si pueden comprar una casa o un automóvil a crédito en su país, o puedan enviar a sus hijos a la universidad, ya no se necesita migrar, independientemente de que el ingreso no sea el mismo entre ambas naciones.
-Finalmente, en los últimos meses algunos consulados de México en Estados Unidos y Canadá tuvieron problemas de pago a sus trabajadores, ¿En el consulado de los Ángeles se presentó ese problema?
No.