Claudia Gpe. Pérez
El miedo se apodera de mujeres y niñas en Cajeme, donde la violencia se recrudece y las desapariciones forzadas son el tema del día.
El terror de ser víctimas de hechos delictivos que puedan llevarlas a la muerte ya afecta incluso a las más jóvenes.
Anna de 17 años vive con ese temor, el de que ella, su madre o una amiga puedan simplemente un día desaparecer y se conviertan en una ficha de búsqueda, en un dato, en una estadística.
El miedo es tal, que vive pendiente de la ubicación de las mujeres que conforma su familia y entra en crisis nerviosa cuando carece de dicha información.
Y no es para menos, en el marco del Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres la Red Feminista Sonorense, asegura, que en Cajeme en el presente año van 29 feminicidios y 34 mujeres víctimas de desaparición forzada
Además de sumar 11 intentos de raptos o “levantones”, 21 intentos feminicidios y 4 amenazas de muerte.
Por ello marcharon y se manifestaron una vez más.
La apatía de las autoridades, señalan colectivos de mujeres es lo que más duele, las denuncias no se investigan y son las propias madres las que rastrean a sus desaparecidas.
Este miércoles, también un grupo de manifestantes a las puertas de palacio municipal colocaron una corona como muestra de indignación por la violencia contra mujeres que se incrementa.
La corona fúnebre portaba listones donde se podía leer frases como “Cajeme de luto por autoridades omisas”, “funcionarios corrupto y alcalde inútil”, “más de 50 mujeres desaparecidos”, entre otros.
Y mientras que la desesperanza encuentra terreno fértil en este municipio las autoridades encabezadas por el alcalde Sergio Pablo Mariscal realizan su propia caravana “pacifica”, con un discurso donde hablan de sumarse a la lucha por una verdadera justicia en bien de las mujeres pero se niega a recibirlas cuando acuden a exigir justicia.