Claudia Gpe. Pérez
EL #8M en Cajeme, Sonora, es histórico: por vez primera se visibiliza las violencias que enfrentan las mujeres periodistas en este municipio mediante un tendedero colocado en el Callejón de la Mujer.
Ese espacio, en el centro de Ciudad Obregón, fue aprovechado para denunciar casos de misoginia, hostigamiento, acosos sexual y laboral provenientes de colegas, jefes y fuentes informativas.
Por miedo a represalias las periodistas y comunicadoras se limitaron solo a señalar las situaciones que enfrentan día a día, con la finalidad de ventilar la otras violencias de las que poco se habla.
“En Cajeme existe un grupo de whatapp para ´sabrosear´ a reporteras y funcionarias, es de los ´compañeros´ de los medios de comunicación”, se lee en uno de los textos colocados minutos antes de iniciar la marcha por el Día Internacional de la Mujer.
En otro texto se denuncia la existencia de empresas de comunicación que exigen pruebas de embarazo para contratarlas.
Una convocatoria que nació minutos antes de iniciar la cobertura del 8M encontró eco de inmediato en mujeres del gremio periodístico, quienes se dieron cuenta de cómo estas violencias afectan a todas.
“Alguna vez un jefe insinuó que me recomendaron para el puesto, porque me acosté con alguien”, señala otra de las denuncias.
Los datos en el país
Para las mujeres en los medios de comunicación no es fácil hablar de las violencias que se viven en sus espacios de trabajo, pero los estudios realizados por colectivos y organizaciones revelan esta realidad.
La encuesta Impacto de la COVID-19 en las periodistas: precariedad y violencia, reveló que 5 de cada 10 mujeres periodistas identificaron que vivieron violencia sexual a través de tocamientos no deseados, insinuaciones, llamadas o mensajes con contenido sexual, invitaciones sexuales de sus fuentes de información y compañeros de trabajo.
El trabajo elaborada por la Red Nacional de Periodistas y Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), también mostró que la violencia de género se presentó en el 73% de las encuestadas a través de insultos, comentarios sobre su persona o físico, así como en la desvalorización de su trabajo.
Un sondeo sobre acoso, hostigamiento y violencia sexual contra las mujeres que trabajan en medios periodísticos en México, realizado en 2019 por el Colectivo Periodistas Unidas Mexicanas (PUM), mostró cómo el 73 % de las mujeres que laboran medios de comunicación han sido víctima de acoso, hostigamiento o agresión sexual, de una o más de estas situaciones.