Claudia Gpe. Pérez
A paso lento, cansado pero sin desfallecer, Margarita Ortiz fue parte de la marcha por las y los desaparecidos que este martes se realizó en Cajeme y concentro a familias y colectivos de búsqueda.
A ratos bajaba el ritmo de su paso, a ratos brotaban las lágrimas, que desde el 20 de marzo del 2020 están presentes ante la impotencia de no encontrara su hijo Carlos, quien fue levantado en la comisaria del Tobarito.
Ya acudió a las autoridades, interpuso la denuncia e incluso se hizo las pruebas de ADN, pero hasta el momento la Fiscalía solo le responde una cosa
“Que cuando aparezca, nos hicimos el ADN, pero no, no me dicen nada”, mencionó.
Sentada a las afueras de Palacio Municipal, entre sollozos hablo con esta periodistas, narró su calvario, su dolor, su angustia y su deseo más profundo, recuperar a su hijo.
“Que me lo den como este, que me digan donde esta para yo ir a recogerlo, porque uno no tiene paz”, dijo.
Como ella, decenas de familias se sumaron a esta marcha, pacifica, dolorosa, donde los gritos de dolor de quienes sufren la pérdida de su ser querido, por momentos desgarraban el alma de las transeúntes que veían de lejos el contingente.
La salida como es ya una tradición desde el teatro del ITSON para concluir frente a Palacio municipal donde se hizo una representación de una búsqueda en campo y la localización de restos humanos.
Ahí el grito fue hacia quienes gobierna, exigieron se escuchadas y atendidas por el alcalde Javier Lamarque Cano.
No llegó, en su lugar bajo las escalinatas Carlos Cuen director de asuntos de gobiern quien tras sostener un breve dialogo con las y los manifestantes se comprometió a dar respuesta el día de mañana miércoles.
Se escucharon reclamos, le hicieron ver que no es un tema nuevo y al final aceptaron la propuesta, no sin antes aplaudir el ser la primera vez que una manifestación por desapariciones forzadas es atendida por un gobierno municipal, coincidieron integrantes de los colectivo Rastreadoras de Ciudad Obregón y Guerreras Buscadoras de Cajeme.